Tegucigalpa.- Ramiro Muñoz, titular de la Junta Interventora del Instituto Nacional Penitenciario (INP), anunció este lunes que el sistema penitenciario hondureño está trabajando en la redistribución de la población reclusa como parte de una estrategia para mejorar la seguridad y el control en las granjas penales.
Muñoz informó que, con las nuevas construcciones disponibles, se establecerá una separación rigurosa entre diferentes grupos delictivos. Según el funcionario, las maras y pandillas serán ubicadas en áreas separadas, los narcotraficantes estarán concentrados en un único espacio en la prisión de Ilama, mientras que otros perfiles criminales como extorsionadores y violadores serán reubicados de manera estratégica.
“La redistribución de los internos es una medida clave que hemos socializado y que busca garantizar un mayor orden dentro de los centros penitenciarios. Estas acciones forman parte de una estrategia integral para enfrentar los retos que enfrenta el sistema carcelario del país”, explicó Muñoz.
Este plan de reordenamiento busca minimizar conflictos entre distintos grupos y optimizar los recursos disponibles en las instituciones penitenciarias. Las autoridades aseguran que la iniciativa contribuirá a la estabilidad del sistema penal y reforzará las medidas de seguridad en beneficio de la sociedad hondureña.