Tegucigalpa / Miami. En el quinto día del juicio federal contra el empresario estadounidense Carl Zaglin, acusado de sobornos relacionados con la “tasa de seguridad provisional” en Honduras, surgió un giro inesperado: por primera vez, se mencionó en sala el nombre del exministro de Seguridad hondureño, Julián Pacheco Tinoco, señalado como posible beneficiario de pagos ilícitos.
El testimonio clave fue ofrecido por Luis Berkman, expresidente de Ventas Internacionales de la empresa Atlanco, quien detalló el funcionamiento del presunto esquema de corrupción. Según Berkman, empresarios entregaban dinero y favores a funcionarios hondureños a cambio de contratos millonarios financiados con recursos públicos destinados a seguridad ciudadana.
Pacheco Tinoco, en la mira
Durante su declaración, Berkman mencionó directamente a Pacheco Tinoco como uno de los funcionarios que habría recibido pagos dentro del esquema investigado por la Fiscalía de Estados Unidos. La abogada Carolina Meléndez, experta en investigación jurídica y social, advirtió que al aparecer en documentos oficiales del juicio, el exministro podría ser considerado co-conspirador en el caso.
Contratos inflados y productos defectuosos
El caso contra Zaglin gira en torno a un presunto esquema para apoderarse de más de 100 millones de dólares en contratos del fideicomiso de la tasa de seguridad, mediante pagos irregulares a funcionarios hondureños.
Según la Fiscalía, estos sobornos buscaban garantizar la aprobación de contratos y favorecer a ciertos empresarios, dejando al descubierto graves irregularidades en la administración de fondos públicos.
Berkman también reveló que Atlanco entregó uniformes, botas y fundas de baja calidad a la Policía Nacional de Honduras, productos que se deterioraban tras el primer uso o lavado. Las quejas fueron ignoradas, y los sobornos garantizaron la continuidad de los contratos.
Otros funcionarios implicados
Además de Pacheco Tinoco, el testigo mencionó a Roberto Contenza, quien habría recibido dinero en efectivo y viajes en Miami, todos aprobados directamente por Carl Zaglin. La red de favores y pagos irregulares apunta a una estructura de corrupción que afectó directamente la seguridad pública en Honduras.
El juicio continúa
El proceso judicial se desarrolla en una corte federal de Miami, donde se espera la presentación de más testimonios y documentos que profundicen en la red de sobornos, aumentando la atención nacional e internacional sobre sus implicaciones políticas y empresariales.