Tegucigalpa, 20 de Abril 2024- En el marco de la misa del Domingo de Resurrección, el arzobispo de Tegucigalpa y presidente de la Conferencia Episcopal de Honduras (CEH), José Vicente Nácher Tatay, compartió un mensaje inspirador que destacó el amor a la patria como un factor esencial para la vitalidad de la nación.
Durante la ceremonia, proclamó: «El maligno ha sido derrotado y la humanidad, redimida. Jesús ha resucitado». Subrayó que este triunfo espiritual trasciende hacia el día a día de los pueblos, siendo un faro de esperanza.
El arzobispo reflexionó que el amor por la patria no solo define su existencia, sino que le da vida, e hizo un llamado a los fieles a fortalecer los valores nacionales desde la fe. También recordó que este principio puede aplicarse a otras áreas importantes de la vida, como la familia, las comunidades parroquiales y la sociedad, recalcando que el amor es el motor que impulsa y da sentido a las experiencias humanas.
En su mensaje pascual, enfatizó que el cristianismo no debe ser visto como una carrera acelerada, sino como un camino profundo enraizado en el misterio de Cristo. Señaló: “Cristo está presente en nosotros, y vivimos para Él y para los demás”. Además, destacó que la resurrección no es un evento del pasado, sino una experiencia viva que se renueva constantemente en cada celebración eucarística.
Para concluir, el líder religioso animó a mantener la esperanza, resaltando que la Pascua representa un momento de unión universal entre Jesucristo y la humanidad. “Jesús resucitó; no es solo parte del pasado, sino del presente vivo”, expresó con énfasis.
