Tegucigalpa, 8 de octubre de 2025 — La Secretaría de Salud (Sesal) confirmó 169 casos de gusano barrenador en humanos, una enfermedad parasitaria que genera creciente preocupación por su impacto en la salud pública y la producción ganadera.
¿Quiénes están siendo afectados?
El subsecretario de Salud, Brian Erazo, informó que el grupo más afectado corresponde a personas entre 50 y 59 años, aunque también se han registrado casos en adultos mayores.
Según datos oficiales, el 66% de los casos se concentran en zonas urbanas y el 44% en áreas rurales, lo que evidencia una propagación amplia del parásito.
El departamento más afectado es Francisco Morazán, donde se reporta la mayor concentración de pacientes.
¿Qué es el gusano barrenador?
La enfermedad es causada por las larvas de la mosca Cochliomyia hominivorax, que deposita sus huevos en heridas abiertas de humanos y animales de sangre caliente.
Las larvas se alimentan del tejido vivo, provocando lesiones profundas, dolorosas y con alto riesgo de infección. Su color rojizo y sus espinas dificultan la extracción y agravan el daño.
Además, pueden facilitar infecciones secundarias que ponen en peligro la vida de los afectados.
Impacto en la ganadería
El gusano barrenador también afecta gravemente a animales como bovinos, caballos y cabras, provocando pérdida de peso, infecciones severas e incluso la muerte.
Esto genera pérdidas económicas significativas por la reducción en la producción de carne y leche, afectando directamente a la economía rural.
Un ciclo difícil de romper
El ciclo reproductivo de la mosca agrava el problema: las larvas maduran, caen al suelo y se transforman en moscas adultas, que luego buscan nuevas heridas para depositar huevos.
Este proceso convierte al gusano barrenador en una amenaza persistente para la salud y la economía del país.
Medidas de prevención
Ante el brote, Sesal recomienda a la población:
- Proteger heridas abiertas en personas y animales
- Mantener la higiene en zonas expuestas
- Buscar atención médica o veterinaria al detectar larvas
- Evitar que los animales circulen sin supervisión en áreas de riesgo
La Secretaría ha intensificado campañas de sensibilización en comunidades vulnerables y trabaja con autoridades locales para contener la propagación.
Se espera reforzar el monitoreo sanitario y establecer mecanismos más estrictos para proteger a la población y a la actividad ganadera, clave en muchas zonas rurales de Honduras.