Tegucigalpa – El alcalde de Choluteca, Quintín Soriano, cuestionó públicamente al coordinador del Partido Libertad y Refundación (Libre), Manuel “Mel” Zelaya, acusándolo de replicar en Honduras el modelo electoral promovido por el presidente venezolano, Nicolás Maduro. “Mel quiere hacer lo mismo que Maduro hizo con María Corina Machado… Solo que aquí van en picada. Allá hay petróleo, aquí no”, expresó.
Soriano advirtió que la estrategia no tendrá éxito en Honduras, donde, según él, el oficialismo enfrenta un desgaste acelerado. El edil afirmó que Libre “está en capa caída” y criticó duramente el enfrentamiento del gobierno con sectores religiosos: “Cuando un gobierno se pelea con el cristianismo de este país, están fritos y asados”.
El alcalde aseguró que el “voto cristiano silencioso” será decisivo en las elecciones del próximo 30 de noviembre. Según sus declaraciones, encuestas internas reflejan una diferencia de hasta 20 puntos entre la candidata oficialista Rixi Moncada y Salvador Nasralla. “El CNE no podrá alterar esos datos”, puntualizó.
En un mensaje directo a la consejera Ana Paola Hall, Soriano pidió resistir presiones: “Aguante los cuatro meses que faltan; si no puede resolver, que lo hagan los políticos”. Además, recordó que ni Juan Orlando Hernández logró contener el descontento ciudadano: “¿Cree que Mel va a poder? Solo falta que Washington meta las manos y se darán resultados reales”.
También cuestionó la narrativa del oficialismo sobre las “diez familias poderosas”, al señalar que uno de los hijos de la presidenta Xiomara Castro está vinculado con una de ellas.
Finalmente, Soriano criticó la intolerancia del gobierno ante la disidencia: “Son tan sensibles que no se les puede tocar ni con el pétalo de una rosa. Nadie puede disentir sin que lo llamen golpista”, sentenció, recordando que durante la crisis de 2009 algunos dirigentes de Libre buscaron refugio político.
Las declaraciones del alcalde se suman al creciente clima de polarización rumbo a las elecciones, marcado por tensiones institucionales, disputas religiosas y dudas sobre la conducción electoral del oficialismo