Según los resultados de la I Edición del Diagnóstico de Percepciones de Diestra Honduras, la gestión de la presidenta Xiomara Castro se enfrenta a una evaluación predominantemente crítica por parte de la ciudadanía.
Los datos obtenidos a través de encuestas nacionales revelan una aprobación que fluctúa entre el 40 % y el 50 %, una diferencia significativa que se atribuye a la capacidad de la mandataria para establecer una comunicación directa con su base de seguidores. Este vínculo emocional y político ha sido clave para mantener niveles de respaldo entre sectores afines.
Sin embargo, las críticas se concentran en un tema recurrente: la falta de liderazgo autónomo percibida en la gestión presidencial. Diversos grupos de opinión señalan una influencia considerable del expresidente Manuel Zelaya, esposo de Castro, como factor que condiciona decisiones estratégicas dentro del Ejecutivo.
Esta dinámica genera interrogantes en torno a la gobernabilidad, la transparencia institucional y la independencia real del poder presidencial, en un contexto nacional marcado por exigencias ciudadanas de mayor rendición de cuentas.