Tegucigalpa. Las Fuerzas Armadas de Honduras atraviesan una nueva turbulencia institucional tras las declaraciones del general Roosevelt Hernández, jefe del Estado Mayor Conjunto, quien respondió con vehemencia a un grupo de exoficiales retirados que solicitaron su renuncia pública, alegando subordinación política y pérdida de la neutralidad militar.
El señalamiento provino de la organización Defensores de Honduras, integrada por exmilitares en condición de retiro, quienes cuestionan la conducción actual de la institución castrense y denuncian supuestas prácticas que atentan contra el principio de apoliticismo militar.
Pronunciamiento encendido desde el alto mando
Durante un discurso transmitido a través de los canales oficiales de las Fuerzas Armadas, el general Hernández desestimó la legitimidad moral y ética de los exoficiales para exigir su separación del cargo:
“Estos ya no son militares y los conocemos. Los puedo retar públicamente a hablar de tú a tú en moral, en ética”, declaró con tono desafiante.
También acusó a los retirados de conspirar en su contra mientras él, según afirmó, se encontraba cumpliendo funciones institucionales en el Banco Central de Honduras.
El origen del conflicto
La controversia estalló tras la publicación de un comunicado por parte de Defensores de Honduras, en el que señalan varios episodios que consideran preocupantes:
- El retraso en la entrega de maletas electorales durante las elecciones primarias del 9 de marzo
- La presencia de Hernández en una sesión del Consejo Nacional Electoral (CNE), sin autorización
- Supuestas acciones de intimidación contra periodistas y medios de comunicación
Los exmilitares sostienen que su intención no es atacar a la institución, sino alertar sobre una posible politización de su mando, especialmente en un año clave para el calendario electoral.
Acusaciones cruzadas y fractura institucional
El general Hernández no escatimó en críticas personales. Señaló directamente al general retirado Mario Raúl Hung Pacheco por presunto proselitismo, y calificó a Luis Alonso Maldonado como un “frustrado”, acusándolo de aliarse con detractores históricos de las Fuerzas Armadas.
También lanzó una advertencia con tono de amenaza velada:
“Puedo sacar otras cosas”, insinuando que posee información comprometedora sobre los exoficiales.
Por su parte, Defensores de Honduras reafirma que su postura busca preservar los valores institucionales y recuperar la confianza ciudadana en la Fuerza Armada como una entidad apartada del conflicto político.
⚖️ Polarización militar en un contexto político sensible
Este enfrentamiento sin precedentes entre jerarcas en funciones y figuras históricas del alto mando revela una grieta en el estamento militar que podría tener repercusiones profundas en la relación entre la institución castrense y la ciudadanía. En un clima preelectoral, donde la imparcialidad de las Fuerzas Armadas es clave para garantizar la estabilidad democrática, la disputa deja en evidencia tensiones internas que ya no pueden disimularse.