A siete años del crimen de la agente de la ATIC, Sherill Yubissa Hernández Mancía, ocurrido en Santa Rosa de Copán el 11 de junio de 2018, la subsecretaria de Seguridad, Julissa Villanueva, volvió a alzar la voz exigiendo justicia. A través de sus redes sociales, denunció la falta de avances en la investigación, pese a la reapertura del caso en enero de 2024.
“La inseguridad y la complicidad de aquella época y la de esta siguen igual… nada ha cambiado. La injusticia sigue campante”, escribió.
Críticas directas al Ministerio Público
Villanueva arremetió contra el fiscal general Johel Zelaya y el Ministerio Público (MP), acusándolos de encubrir un femicidio que en su momento fue presentado como suicidio.
“Creí que con la llegada del fiscal @johelzelaya este caso dejaría de estar en impunidad, pero han pasado 17 meses desde su reapertura y no ha pasado nada”.
También recordó con indignación los detalles de la escena del crimen que presenció en 2018:
“Una escena contaminada, montada, y la complicidad descarada de las máximas autoridades del MP con la criminalidad organizada”.
Del suicidio al femicidio: una verdad manipulada
Aunque la versión oficial del MP clasificó la muerte como suicidio, nuevos peritajes forenses, hallazgos manipulados y testimonios han sustentado la hipótesis de un asesinato. La presión mediática y ciudadana llevó a la reapertura del caso el 10 de enero de 2024.
La investigación fue asignada a la Fiscalía Especial de Delitos Contra la Vida, con el respaldo de la DPI, y dejó sin efecto la resolución de 2019 que cerraba el expediente como suicidio. Sin embargo, Villanueva afirma que no hay avances reales:
“No se ha investigado el teléfono, la computadora, ni se ha requerido a los múltiples testigos”.
Impunidad sostenida y víctimas olvidadas
La subsecretaria vinculó el caso de Sherill a otros crímenes sin resolver dentro del Ministerio Público:
“Murió mi amigo Vladimir Núñez, asesinaron a los abogados Landaverde, Orlan Chávez y Arístides Gonzales… todos funcionarios del MP, y nada se ha esclarecido”.
Concluyó su mensaje con una crítica profunda al sistema judicial hondureño:
“¿Por qué nada ha cambiado? ¿Qué comparten aquella época y esta respecto a la impartición de justicia?”
Un país que exige verdad
Para Villanueva, Honduras sigue arrastrando un sistema de justicia marcado por la impunidad y la complicidad institucional. Su reclamo es un eco de miles que aún esperan verdad, justicia y reparación.