Washington, D.C. 1 de julio de 2025. El secretario de Estado, Marco Rubio, anunció este martes un cambio estructural en la forma en que Estados Unidos administra su asistencia exterior. A partir de hoy, la Agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID) dejará de operar como principal ejecutora de ayuda internacional. En su lugar, el Departamento de Estado asumirá la gestión directa de estos programas bajo un enfoque centrado en estrategia, eficiencia y alineación con los intereses nacionales.
“Esta era de ineficiencia sancionada por el gobierno ha llegado oficialmente a su fin”, afirmó Rubio en una columna publicada en el sitio web oficial del Departamento.
Fin del modelo caritativo, inicio del modelo estratégico
Rubio señaló que USAID falló en sus objetivos fundamentales, pese a décadas de funcionamiento y más de 715 mil millones de dólares ejecutados. Acusó a la agencia de mantener un enfoque paternalista y de fomentar una dependencia sistemática en lugar de generar desarrollo sostenible.
“Durante años promovimos ideales y organizaciones que iban en contra de nuestros propios intereses. Eso termina hoy”, aseguró.
Según el funcionario, el modelo anterior creó un “complejo industrial de ONG” con escasos resultados y creciente descontento hacia EE. UU. en regiones que recibieron ayuda masiva, como África Subsahariana y Medio Oriente.
Nuevo enfoque: comercio, inversión y selectividad
La nueva estrategia se basa en:
- Selectividad y límites temporales: solo se apoyarán gobiernos con voluntad y capacidad de autosostenerse.
- Enfoque multiplicador: se priorizarán inversiones con impacto duradero y participación del sector privado.
- Diplomacia activa: las decisiones se tomarán desde oficinas regionales para asegurar alineación con intereses y necesidades locales.
Rubio remarcó que esta transformación busca contrarrestar modelos de ayuda explotadores —como el que atribuye a China— y fortalecer la posición geopolítica de EE. UU.
“Donde antes había un mosaico de logotipos irreconocibles, ahora habrá un solo símbolo claro: la bandera estadounidense”, concluyó.
La medida marca un giro doctrinal en la política exterior de Washington, que ahora prioriza el comercio sobre la ayuda, la inversión sobre la caridad y la corresponsabilidad sobre la dependencia.
cortesía de infobae
