Islas de la Bahía, Honduras. Un testimonio anónimo ha encendido las redes sociales tras afirmar que en la isla de Roatán se realizan reuniones secretas entre brujos locales, líderes políticos y seres conocidos como “reptilianos”. El relato, difundido en video por una mujer con el rostro cubierto, combina elementos paranormales y acusaciones contra figuras como la presidenta Xiomara Castro.
En el video —que se volvió viral en cuestión de horas— la mujer asegura haber presenciado encuentros donde estos supuestos “reptilianos”, criaturas que caminan y actúan como humanos pero serían invisibles para la mayoría, participan en la toma de decisiones que afectan al país.
“Actúan como humanos, escuchan, hablan, caminan, se sientan, comen, solo que no se pueden ver. Gracias a Dios yo sí los pude ver”, afirma.
Entre los supuestos asistentes a esas reuniones, menciona figuras internacionales como la reina Isabel II (ya fallecida), gobernantes de varias naciones y miembros del liderazgo político hondureño, incluida Xiomara Castro. Asegura que dichas reuniones estarían influenciadas por brujos y que el poder político estaría bajo el control de “fuerzas malignas”.
Advertencias y polémica
Según la denunciante, involucrarse en política es “adorar demonios”, advirtiendo que los líderes están “poseídos” y que existe un plan siniestro contra la juventud hondureña. “Oren, cuiden a sus hijos y jóvenes, porque los gobernantes están planeando algo malo contra ellos”, concluye.
La viralización del testimonio desató una ola de reacciones. Para algunos, se trata de una experiencia espiritual o mística; para otros, es la manifestación de una paranoia social en tiempos de crisis política y económica.
¿Quiénes son los reptilianos? Breve contexto conspirativo
Los reptilianos son figuras presentes en teorías conspirativas que describen seres humanoides con apariencia reptil, supuestamente capaces de tomar forma humana. El autor británico David Icke popularizó esta idea, asegurando que forman parte de una élite mundial que busca el control absoluto de la humanidad.
Estas criaturas han sido vinculadas —dentro de estas teorías— a manipulaciones políticas, control de gobiernos y encubrimientos globales. Sin embargo, no existe evidencia científica que respalde su existencia, y la mayoría de los expertos consideran estas ideas parte de mitología contemporánea y especulación conspirativa.
En un país marcado por la desconfianza hacia las élites políticas y el agotamiento económico, este tipo de relatos encuentra eco en sectores sensibles y vulnerables. Más allá de la veracidad del testimonio, el fenómeno revela una búsqueda profunda de explicaciones ante lo inexplicable —y un grito de descontento disfrazado de visión profética.