La relación de amistad entre el Cardenal Óscar Andrés Rodríguez Maradiaga, arzobispo emérito de Tegucigalpa, y el Papa Francisco se ha caracterizado por una profunda sintonía espiritual y pastoral.
Ambos compartieron una visión renovadora de la Iglesia, centrada en la justicia social, la opción preferencial por los pobres y la necesidad de una reforma eclesial. Rodríguez Maradiaga, como miembro clave del Consejo de Cardenales que asesoró al Papa, fue uno de sus colaboradores más cercanos desde el inicio del pontificado de Francisco en 2013. Esta relación reflejaba una confianza mutua, cimentada en años de trabajo conjunto y valores compartidos.
En una entrevista con la periodista Patricia Ynestrosa para Vatican News, el cardenal compartió detalles sobre su amistad con el Papa Francisco. Recordó que su primer encuentro se remonta a cuando Jorge Bergoglio fue nombrado obispo auxiliar de Buenos Aires. A lo largo de los años, especialmente durante la Conferencia General del Episcopado en Aparecida en 2007, ambos tuvieron la oportunidad de dialogar profundamente, lo que fortaleció su amistad.
El Cardenal destacó al Papa Francisco como un religioso ejemplar, que vivió sus votos con heroísmo y austeridad. Su humanidad y cercanía se reflejaban en gestos conmovedores, como acercarse a personas enfermas en la Plaza de San Pedro o reformar la Limosnería Apostólica, transformándola en el Dicasterio de la Caridad del Papa. Estas acciones, junto con iniciativas como las duchas para personas sin hogar, demostraron que el Papa no solo hablaba en favor de los pobres, sino que actuaba en consecuencia.
Entre las muchas anécdotas que compartió, una que lo marcó profundamente ocurrió durante la Jornada Mundial de la Familia en Irlanda. En un momento de tensión, el Papa le enseñó una valiosa lección: mantener la paz interior incluso en medio de la adversidad.
El legado del Papa Francisco, según el Cardenal, se centra en la sinodalidad, un proyecto que continuará inspirando a la Iglesia. Además, para Honduras, su mensaje de fraternidad, unidad y comprensión resalta la importancia de trabajar juntos como hermanos, dejando atrás el odio y las divisiones, para alcanzar metas superiores como nación.
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