Este viernes, una audiencia en una corte federal de Chicago marcará un hito en el caso de Ovidio Guzmán López, alias “El Ratón”, hijo de Joaquín “El Chapo” Guzmán. Ovidio ha aceptado declararse culpable de cargos por tráfico de drogas y lavado de dinero ante la Corte del Distrito Norte de Illinois.
La trayectoria de Ovidio dentro del Cártel de Sinaloa comenzó al menos en 2008, cuando, junto a sus hermanos “Los Chapitos”, tomó un papel clave en el envío de cocaína y posteriormente fentanilo hacia Chicago.
Esta ciudad fue clave para la distribución hacia el Medio Oeste de EE.UU.Tras la segunda captura de su padre en 2014 y su extradición en 2017, Ovidio asumió el liderazgo de una facción del cártel, enfrentando incluso divisiones internas con el grupo de Ismael “El Mayo” Zambada.Investigaciones del Departamento del Tesoro indican que Ovidio coordinaba rutas de tráfico, acuerdos con proveedores colombianos y lavado de dinero entre México y EE.UU. Su red logró mantener operaciones en Chicago incluso después de que los hermanos Pedro y Margarito Flores, colaboradores del cártel, se convirtieran en testigos protegidos en 2008.