Tegucigalpa, 30 de septiembre de 2025 — En una entrevista concedida al programa En la Mira, conducido por el periodista Carlos Martínez, el analista político y miembro activo del Partido Liberal, Leopoldo Crivelli, expuso su preocupación por la crisis interna que atraviesa su partido a menos de un año de las elecciones generales.
Aunque reconoció el entusiasmo generado por la candidatura presidencial de Salvador Nasralla—respaldado por encuestas que lo perfilan como favorito—Crivelli advirtió que la falta de unidad, la inexperiencia en la conducción partidaria y los conflictos por el liderazgo en el Congreso Nacional podrían costarle al liberalismo su mayor oportunidad en 16 años.
“Todos los liberales tienen aquella esperanza, aquella oportunidad y aquella euforia de que el ingeniero Salvador Nasralla va a ganar. Casi el próximo presidente de Honduras, las encuestas lo dicen así”, expresó Crivelli.
Sin embargo, el analista fue enfático al señalar que el panorama interno es menos alentador. Denunció divisiones por el control del Congreso, disputas por cargos ministeriales y el desplazamiento de figuras históricas del partido por nuevos actores vinculados a Nasralla y Jorge Cálix.
Crivelli identificó la raíz del problema en la falta de orden y autoridad dentro del Partido Liberal:
“El orden es fundamental. Cuando no hay orden en una casa, en una institución, en una empresa, surgen problemas. Hoy la autoridad partidaria no está bien liderada. El Central Ejecutivo está dividido, Roberto Contreras está enfrentando ataques judiciales, y no hay un mando claro”.
También cuestionó decisiones del candidato presidencial, como delegar la conducción partidaria a su esposa, lo que, según Crivelli, genera incertidumbre y resta seriedad a la estrategia política.
Uno de los temas más polémicos abordados fue la inscripción del diputado Jorge Cálix, que ha provocado tensiones internas. Crivelli lamentó que el conflicto se haya ventilado públicamente y criticó la falta de madurez para resolverlo:
“La ropa sucia la andan lavando en medios de comunicación y en redes sociales. Con líderes experimentados como Carlos Flores o Yani Rosenthal, este problema se hubiese resuelto en media hora”.
Finalmente, advirtió que la disputa por Cálix podría tener consecuencias graves:
“Tan caliente está ese tema que podría dividir al Partido Liberal y poner en riesgo alcaldías, diputaciones y hasta la presidencia”.
