Tegucigalpa. En medio de un repunte sostenido de casos de COVID-19, el Hospital General San Felipe enfrenta una grave deficiencia: no cuenta con pruebas diagnósticas para detectar el virus. Así lo denunció el doctor Suamy Mejía, epidemiólogo del centro asistencial, quien advirtió que los pacientes deben ser remitidos al Instituto Nacional de Virología para confirmar el diagnóstico.
“En el hospital no hay pruebas para detectar el virus”, alertó Mejía, al tiempo que instó a la población a retomar el uso de mascarilla en espacios cerrados y reforzar las medidas de bioseguridad. Según datos del centro, se diagnostican en promedio al menos 20 casos positivos por día, pero actualmente no se pueden realizar pruebas en el mismo hospital.
La escasez de insumos no es exclusiva del San Felipe. También se reportó desabastecimiento en el Instituto Hondureño de Seguridad Social (IHSS), donde las autoridades reconocieron haber devuelto más de 120 mil pruebas por vencimiento, quedando sin capacidad diagnóstica en medio de la nueva ola de contagios.
Pese a este panorama, la Secretaría de Salud ha minimizado la gravedad de los reportes, calificando el incremento de casos como “controlable”. Sin embargo, el jefe de la Unidad de Vigilancia, Lorenzo Pavón, confirmó la circulación en Honduras de la variante XFG del COVID-19, un sublinaje de Ómicron conocido como “Frankenstein”, caracterizado por su alta transmisibilidad.
Mientras los hospitales carecen de insumos básicos, el Gobierno ha ordenado clases virtuales en el sistema educativo y teletrabajo para empleados públicos los días jueves 24 y viernes 25 de julio. Las medidas buscan contener el avance de infecciones respiratorias, pero no garantizan el acceso a diagnóstico ni a recursos médicos esenciales.