El caso Jeffrey Epstein vuelve al foco internacional. En entrevista con el diario italiano Corriere della Sera, su hermano Mark Epstein aseguró que el financiero tenía información comprometedora sobre Donald Trump y que no murió por suicidio, como concluyeron oficialmente las autoridades.
Mark relata que al principio creyó la versión oficial, pero todo cambió al ver el cuerpo y recibir el primer informe forense. Según él, tanto Kristin Roman como Michael Baden declararon que no podían afirmar que se tratara de un suicidio: “La autopsia se parecía demasiado a un homicidio. Mi vida habría sido más fácil si hubieran dicho: ‘Sí, es suicidio’, pero no pudieron”, explicó.
Más tarde, Barbara Sampson —entonces jefa forense— declaró que sí fue suicidio, aunque según Mark nunca vio el cuerpo ni especificó qué pruebas fundamentaban su conclusión. “¿Qué la llevó a esa decisión? ¿Fue Bill Barr, el fiscal general bajo Trump, quien dijo que revisó el video del penal? Ignoró que había otros 12 reclusos en ese nivel que pudieron haberlo asesinado”, cuestionó.
Epstein fue acusado de tráfico sexual y falleció en prisión una semana después de ser detenido. Su hermano sostiene que Ghislaine Maxwell, expareja y cómplice del financiero, podría conocer información sensible: “Jeffrey dijo que tenía datos que perjudicaban a Trump. Tal vez ella sepa de qué hablaba”.
Mark también denunció presiones políticas: “El presidente de la Cámara, Mike Johnson, desacreditó públicamente a Maxwell antes de escucharla. Si declara algo comprometedor, ya tienen listo el argumento para desestimarla. Todo es tan sucio, tan poco transparente”.
Sobre los crímenes imputados a su hermano, fue categórico: “No soy abogado ni juez. Pero sé que fue culpable de tener relaciones con menores porque me lo confesó”.
Las declaraciones surgen justo cuando el FBI y el Departamento de Justicia concluyen que Epstein no tenía una “lista de clientes” famosos, negando uno de los ejes centrales de las teorías de conspiración que durante años han circulado en la extrema derecha. La muerte por suicidio fue ratificada en este nuevo informe, a pesar de que simpatizantes de Trump denuncian que su administración prometió revelar dicha agenda, que supuestamente incluía a celebridades y políticos influyentes.