Tegucigalpa.– La comunidad hondureña en Estados Unidos vive momentos de creciente incertidumbre ante la inminente expiración del Estatus de Protección Temporal (TPS), prevista para el próximo 8 de septiembre. Con ello, más de 55,000 compatriotas perderán su protección legal y sus permisos de trabajo, quedando expuestos a procesos de deportación.
“No hay un plan para nada”: denuncian abandono institucional
Martha Barahona, representante de los hondureños en EE.UU., criticó la falta de respuesta del gobierno ante el fin del TPS:
Expertos en derecho internacional advierten que el vencimiento de esta medida podría detonar un retorno masivo hacia un país que no está preparado para recibirlos. Luis Carlos Chavarría alertó sobre la reciente designación de 600 abogados militares como jueces migratorios en EE.UU., lo que podría acelerar las expulsiones:
Cancillería ofrece apoyo, pero organizaciones lo consideran insuficiente
Desde la Secretaría de Relaciones Exteriores se asegura que los 18 consulados hondureños en EE.UU. están brindando asesoría legal gratuita y acompañamiento consular, gracias a un convenio con la firma International Lawyers.
Sin embargo, César Castillo, director del Observatorio de Migración de la UNAH, considera que los esfuerzos son limitados:
Desarraigo, separación familiar y precariedad
El vencimiento del TPS amenaza con desarraigo, ruptura familiar y vulnerabilidad económica para miles de hondureños que han construido su vida en EE.UU. A medida que se acerca la fecha límite, la comunidad tepesiana se debate entre la esperanza de una prórroga y el temor de ser deportados a un país en crisis.