El candidato presidencial del Partido Nacional, Nasry Asfura, generó una fuerte reacción diplomática tras declarar que, de ganar las elecciones del 30 de noviembre, restablecería relaciones oficiales con Taiwán. La embajada de la República Popular China en Honduras calificó sus declaraciones como “erróneas” y lo instó a corregirlas de forma inmediata.
En su comunicado oficial, la misión diplomática exhortó al aspirante presidencial a “ponerse del lado correcto de la historia” y a tratar “con prudencia los asuntos relacionados con Taiwán”. Aunque no se emitieron amenazas explícitas, la frase “detener de inmediato sus comentarios erróneos antes de que sea demasiado tarde” fue interpretada por diversos sectores como un mensaje de advertencia, encendiendo el debate sobre soberanía nacional e injerencia extranjera.
La respuesta del gobierno chino ocurre en un contexto geopolítico delicado. En 2023, el gobierno de Xiomara Castro rompió oficialmente relaciones con Taiwán y estableció vínculos diplomáticos con Beijing, decisión celebrada por China pero cuestionada por figuras de oposición como Asfura, quien sostiene que ese giro estratégico afectó los lazos comerciales y de cooperación regional.
Hasta el momento, el candidato nacionalista no ha respondido oficialmente al pronunciamiento de la embajada, aunque su equipo reafirmó su compromiso con una política exterior independiente y centrada en los intereses de Honduras.