Una grave denuncia sacudió el debate público este miércoles, cuando el analista y empresario Isaías Zelaya advirtió en entrevista con HRN que más de 400,000 ciudadanos nicaragüenses habrían sido identificados como hondureños, presuntamente con el objetivo de votar en las elecciones generales del 30 de noviembre.
Según Zelaya, la información proviene de fuentes que monitorean el sistema de identidad nacional. Señaló un creciente malestar entre la diáspora hondureña, que enfrenta trabas para acceder a sus documentos, mientras, afirma, se estarían entregando identidades a extranjeros de forma expedita y sin apego a la ley.
“Desafortunadamente, no tenemos autoridades que estén a favor de la población, sino del gobierno de turno”, expresó.
El analista indicó que la denuncia, presentada hace al menos seis meses ante el Ministerio Público, busca alertar sobre un posible fraude electoral en beneficio del oficialismo. Lamentó el silencio del fiscal general, Johel Zelaya, y cuestionó que la institucionalidad parezca cerrada a las denuncias ciudadanas.
Frente a estas acusaciones, el comisionado del Registro Nacional de las Personas (RNP), Roberto Brevé, rechazó categóricamente la versión. Afirmó que no existe denuncia formal sobre enrolamiento irregular y que los más de 431 mil ciudadanos registrados en el extranjero “son hondureños residentes fuera del país”.
En una tensa transmisión en vivo, ambos protagonizaron un cruce de declaraciones. Mientras Zelaya acusó falta de transparencia institucional, Brevé defendió los protocolos del RNP y recordó que corresponde al Ministerio Público iniciar una investigación antes de que el RNP pueda intervenir.
La denuncia también resalta las constantes quejas de la comunidad hondureña en el exterior respecto a retrasos en la entrega del Documento Nacional de Identificación (DNI). Para Zelaya, la gravedad del caso no admite indiferencia:
“Hay que ser serios y entender que el país se nos está yendo de las manos”.
¿Y ahora qué?
La gran interrogante es si el Ministerio Público romperá su silencio y esclarecerá si esta denuncia —una de las más delicadas en el actual proceso electoral— está siendo investigada con la seriedad que exige el momento.