Un grave incidente de salud pública ha generado preocupación en Países Bajos luego de que varios niños enfermaran tras consumir golosinas de la marca Haribo que contenían restos de cannabis. Uno de los menores afectados fue hospitalizado de urgencia en el Ziekenhuisgroep Twente, un centro especializado ubicado cerca de la frontera neerlandesa con Alemania, donde llegó en estado grave y, según confirmó el propio hospital, permaneció en coma durante un tiempo.
El caso ha encendido las alarmas tanto en la comunidad médica como entre las autoridades sanitarias, ya que se trata de productos dirigidos a menores de edad y ampliamente distribuidos en supermercados y tiendas. Hasta el momento, se ha confirmado que al menos dos niños necesitaron hospitalización tras presentar síntomas compatibles con intoxicación por tetrahidrocannabinol (THC), el principal componente psicoactivo del cannabis.
Según medios locales, las autoridades están investigando cómo fue posible que un lote de dulces Haribo terminara contaminado con una sustancia de esta naturaleza. No se descarta la posibilidad de una manipulación intencional o un error en el proceso de empaque. Por el momento, se ha ordenado el retiro preventivo de ciertos lotes sospechosos mientras avanza la investigación.
Padres y madres en distintas regiones del país han expresado su indignación y preocupación por la seguridad de los productos dirigidos al consumo infantil. Las autoridades de salud pública han emitido comunicados urgentes recomendando a las familias revisar cuidadosamente los empaques de golosinas que hayan adquirido recientemente, especialmente si fueron compradas en tiendas no oficiales o mediante plataformas en línea.
Este caso también ha abierto el debate sobre la regulación y el control de calidad en productos alimenticios dirigidos a niños, así como sobre la posible proliferación de imitaciones o falsificaciones que pueden terminar representando un riesgo para la salud.
Se espera que en los próximos días la Agencia Neerlandesa de Seguridad de los Alimentos emita un informe preliminar con los hallazgos iniciales de la investigación y se amplíen las medidas de control para evitar que este tipo de hechos se repita.
Mientras tanto, el menor que cayó en coma continúa en observación médica, aunque su estado ha mejorado, según informaron fuentes hospitalarias. La situación ha generado una ola de solidaridad hacia su familia y reavivado el llamado a una vigilancia más estricta en la producción y distribución de alimentos destinados a los más pequeños.
