Al menos 60 personas murieron, entre ellas 20 niños, en un ataque contra un edificio residencial en Teherán, según informaron este sábado medios iraníes. El ataque, cuyas causas aún no han sido oficialmente confirmadas, ha generado consternación tanto dentro como fuera de Irán.
Los equipos de rescate trabajan intensamente entre los escombros, mientras la cifra de fallecidos podría seguir aumentando debido a que decenas de personas permanecen gravemente heridas o desaparecidas.
El ataque se produce en un momento de elevada tensión regional, con múltiples incidentes armados reportados en distintos puntos del país durante los últimos días. A pesar de las denuncias en medios locales, hasta ahora no ha habido una declaración oficial que confirme si se trató de un ataque aéreo, un atentado con misiles o explosivos colocados en el lugar.
Las autoridades han reforzado la seguridad en la capital y han llamado a la población a mantener la calma, mientras se lleva a cabo una investigación para esclarecer lo ocurrido.
La comunidad internacional ha comenzado a reaccionar ante la magnitud de la tragedia, y se espera que en las próximas horas organismos multilaterales emitan pronunciamientos oficiales.
