Dos ambiciosos ensayos clínicos en Estados Unidos podrían cambiar la forma en que envejecen nuestras mascotas. Uno de ellos, liderado por la empresa biotecnológica Loyal, administra una píldora experimental (LOY-002) a perros pequeños y mayores en más de 70 clínicas veterinarias. El otro, impulsado por el consorcio académico Dog Aging Project, evalúa la rapamicina en más de 500 perros de razas grandes.
Ambos compuestos buscan frenar el envejecimiento celular. LOY-002 imita los efectos de la restricción calórica, mientras que la rapamicina actúa sobre la proteína mTOR, clave en el metabolismo y la inflamación crónica. Estudios previos ya mostraron mejoras cardíacas sin efectos adversos.
Si los resultados se confirman, los perros podrían vivir hasta un 30% más, lo que equivale a tres años adicionales de buena salud. En términos humanos, eso representaría entre 12 y 24 años extra.
La FDA ha reconocido preliminarmente la eficacia de LOY-002, aunque los datos completos estarán disponibles en 2026. La comunidad científica observa con cautela, especialmente por los posibles efectos inmunosupresores de la rapamicina.