Washington, D.C. – El expresidente Donald Trump anunció que está considerando un plan para evitar la deportación de trabajadores indocumentados que se desempeñan desde hace años en sectores clave como la agricultura y la hostelería. La propuesta surge tras el creciente temor de agricultores y empresarios ante redadas del ICE que podrían dejar sin mano de obra a gran parte de estas industrias.
Durante una visita a un nuevo centro de detención en los Everglades de Florida —que irónicamente apodó “Alcatraz del caimán”— Trump explicó que el plan contemplaría permisos especiales para trabajadores sin ciudadanía, pero con años de experiencia laboral en EE. UU., quienes podrían legalizar su estancia, pagar impuestos y continuar trabajando bajo la responsabilidad directa de sus empleadores.
“Muchos de estos trabajadores han estado 10, 15 años sin causar ningún problema. Los agricultores los conocen, dependen de ellos. Vamos a proteger a nuestros granjeros y también a los trabajadores hoteleros”, afirmó.
La propuesta, aún sin detalles oficiales, contemplaría un sistema de “responsabilidad compartida” en el cual empleadores asumirían el compromiso legal sobre la permanencia de sus trabajadores migrantes de larga data.
Este giro ha generado reacciones mixtas. Mientras algunos sectores lo ven como un cambio pragmático ante una realidad económica insoslayable, otros, especialmente dentro del ala dura de su electorado, podrían interpretarlo como una concesión inaceptable.
“No gané con los agricultores por el 92% para después darles la espalda”, remató Trump, dejando claro que su apuesta busca conciliar intereses electorales con la presión económica de sectores productivos clave.