Las reformas aprobadas por el Congreso Nacional en junio de 2025 representan un avance clave en defensa de los consumidores del sistema financiero. Entre los principales cambios destacan nuevas disposiciones que limitan el cobro de intereses cuando el usuario realiza pagos parciales.
Hasta ahora, las entidades emisoras calculaban intereses sobre el total del saldo adeudado, incluso si el cliente abonaba una cantidad considerable. Con esta reforma, los intereses solo podrán aplicarse al saldo restante, lo que supone un alivio financiero para miles de tarjetahabientes.
Además, las reformas establecen que los pagos deben aplicarse primero a las deudas más antiguas, impidiendo que se acumulen intereses excesivos sobre consumos recientes. Esto no solo favorece una gestión más justa de la deuda, sino que también mejora el control financiero de los usuarios y reduce el riesgo de sobreendeudamiento.
Finalmente, se reforzó la seguridad en transacciones presenciales: ahora será obligatorio realizar los cobros en presencia del titular, con verificación de identidad, aunque sin afectar las compras digitales.