En lo que va del año, el lempira ha mantenido una tendencia de depreciación frente al dólar, acumulando una caída del 1.64 % en apenas cuatro meses. Esta baja acerca la moneda nacional a la barrera de los 26 lempiras por dólar, un umbral que genera inquietud en diversos sectores económicos.
Especialistas atribuyen este comportamiento al incremento en la demanda de divisas para importaciones y a presiones externas derivadas de las condiciones económicas globales. Aunque la devaluación ha sido progresiva, persisten los temores de que su continuidad encarezca los bienes importados y eleve la inflación.
El impacto ya se refleja en el costo de productos y servicios con componentes importados, afectando el bolsillo de los hondureños.
Por su parte, el Banco Central de Honduras mantiene su política de flotación administrada, permitiendo variaciones controladas en el tipo de cambio, aunque aún no se han anunciado medidas concretas para contener esta tendencia.
